Elegimos ir a la Luna.
El Presidente John F. Kennedy Jr. pronunció estas palabras en 1962, ante una multitud de 40.000 personas reunidas en el estadio de fútbol de la Universidad Rice de Texas. El año anterior, había propuesto que Estados Unidos intentara enviar un hombre a la Luna, pero el público no estaba de acuerdo. El 58% de los estadounidenses se oponía a la idea. Debía de parecer increíble, una imposibilidad. Pero, en cierto modo, de eso se trataba.
Como dijo el presidente Kennedy: "Elegimos ir a la Luna en esta década y hacer... otras cosas, no porque sean fáciles, sino porque son difíciles; porque ese objetivo servirá para organizar y medir lo mejor de nuestras energías y habilidades, porque ese reto es uno que estamos dispuestos a aceptar, uno que no estamos dispuestos a posponer, y uno que pretendemos ganar". Y, siete años después, logramos ese objetivo: enviamos hombres a la Luna y los trajimos de vuelta a casa sanos y salvos.
La comunidad de planificación familiar se encuentra en una situación similar en lo que respecta a nuestro objetivo de lograr el acceso universal a la salud reproductiva para 2030. Garantizar que todas las personas del mundo tengan acceso a servicios, información y suministros anticonceptivos puede parecer a algunos tan probable como lo fue en su día enviar un hombre a la luna. Pero, como dijo el Presidente Kennedy, no elegimos este objetivo porque sea fácil; lo elegimos porque es difícil, porque exigirá nuestros mejores esfuerzos y porque estamos de acuerdo en que no puede posponerse.
No soy la primera en establecer la conexión entre la planificación familiar y este discurso histórico. Melinda Gates evocó este mismo sentimiento antes de ayudar a lanzar la Cumbre de Londres sobre Planificación Familiar en 2012. Dijo que había elegido la planificación familiar como tema de su vida porque eso es lo que hace la Fundación Bill y Melinda Gates: afrontar retos que son difíciles pero que aportan enormes beneficios a la inversión, no solo en términos financieros, sino también en términos humanos. En otras palabras, había elegido la planificación familiar no porque sea fácil, sino porque es difícil y porque cree que es de vital importancia.
Siete años después de que se asumieran los compromisos de Planificación Familiar 2020 durante la Cumbre de Londres, el mundo ha observado un aumento sin precedentes de los anticonceptivos modernos entre las mujeres y las niñas: más de 46 millones de usuarias adicionales. En algunas regiones difíciles, como la región del África francófona cubierta por la Alianza de Uagadugú, el aumento de la utilización de anticonceptivos modernos fue mucho mayor que el observado en los 30 años anteriores.
Estas son las buenas noticias. La noticia potencialmente no tan buena es que, al ritmo actual, puede que no seamos lo bastante rápidos para alcanzar el ambicioso objetivo que se ha fijado la comunidad de la salud reproductiva de atender a 120 millones de personas más en 2020. (Aunque un nuevo estudio que se publicará en breve sugiere que en África la aceptación de la planificación familiar puede estar progresando más rápido de lo que se informa actualmente). Mientras que algunas comunidades han sido capaces de cosechar los frutos más preciados mediante el desarrollo de nuevas políticas y el establecimiento de programas para acelerar la adopción de anticonceptivos modernos, algunos países, en particular aquellos con sistemas frágiles, se enfrentan a retos para mantener el aumento de usuarios de anticonceptivos modernos.
Además, el mundo se enfrenta a una creciente escasez de fondos en relación con la necesidad de programas de planificación familiar. La inseguridad es cada vez mayor y los recursos humanos son limitados para garantizar el acceso a los servicios de planificación familiar en muchas regiones; a medida que se intensifican los conflictos, un gran número de mujeres y niñas se ven obligadas a vivir en barrios marginales urbanos y en entornos humanitarios. Además, las alianzas mundiales y regionales son fundamentales para el éxito de los programas de planificación familiar, pero algunas regiones no están optimizando esas oportunidades, con inversiones mínimas en tales esfuerzos.
La comunidad de planificación familiar se encuentra en su etapa más desafiante hasta la fecha. Tenemos que encontrar nuevas formas de hacer "negocios inusuales" para alterar el statu quo.
Al pensar en los próximos pasos de este campo, me he inspirado en nuevo libro de Melinda, The Moment of Lift, que sale hoy a la venta.. En él cuenta cómo, a lo largo de los últimos veinte años, ha dedicado su vida y su filantropía a aliviar la pobreza, mejorar la salud y elevar a las mujeres. "¿Cómo podemos convocar un momento de elevación para los seres humanos, y especialmente para las mujeres? Porque cuando se eleva a las mujeres, se eleva a la humanidad", escribe.
Entonces, ¿cómo podemos convocar momentos de elevación, como pregunta Melinda?
Para mí, hay un momento de elevación cuando, en un barrio marginal de Kampala (Uganda), una mujer llamada Nubuwati -que se casó a los 13 años y vive en una choza de una sola habitación con sus siete hijos y dos nietos (el primero nació de su hija a los 14 años)- opta por la ligadura de trompas tras enterarse de que sus temores sobre la planificación familiar eran infundados: "Puedo empezar a disfrutar ahora que ya no tengo que dar a luz. Me cuidaré y cuidaré a mis hijos, y quizá también me compre un vestido bonito para estar guapa", dice. en este vídeo.
Hay un momento de elevación cuando una abuela de Kaduna (Nigeria) le dice a su nieta que practicar el espaciamiento de los nacimientos ha sido una tradición durante cientos de años, y que su nieta tiene suerte de tener ahora acceso a métodos modernos seguros que le permitirán espaciar a sus hijos.
Hay un momento de euforia cuando una madre de 21 años de Firozabad, Uttar Pradesh, llega al centro de atención primaria el día fijado para el servicio de planificación familiar y puede conseguir su método preferido con un buen asesoramiento y una atención de calidad.
Una madre de una zona rural de Etiopía se siente reconfortada cuando no tiene que caminar 15 kilómetros para ponerse una inyección porque su agente de extensión sanitaria ha recibido formación y está capacitada para prestarle el servicio allí mismo, en su propia aldea.
Y hay un momento de elevación colectiva cuando los centros de salud de Nigeria reciben una renovación física de 72 horasde manera que más mujeres y hombres deseen acudir a estos centros mejorados y aumente la moral del personal sanitario en general.
Este año, buscamos identificar más momentos de elevación. En 2019, el Instituto Gates celebra su 20º aniversario, dos décadas de investigación y ciencia para el cambio social. - y nos estamos centrando en solicitar nuevas ideas poderosas de todos los sectores de la comunidad de la salud pública. Estas ideas se presentarán en una reunión de alto nivel representada por diversas voces de investigadores clave, defensores, donantes, sector privado, jóvenes, políticos y responsables políticos, para explorar formas en que podemos catalizar el progreso hacia la realización del acceso universal a la planificación familiar basada en los derechos para 2030. En última instancia, el objetivo es contribuir a formular e inspirar una visión compartida para "Más allá de 2020".
En conjunto, creo que todos estos momentos de elevación nos llevarán al acceso universal, a la luna, si se quiere.
¿Nos acompañas en nuestro despegue?
Atentamente,
José "Oying" Rimón II
