Resumen del autor:¬† La salud es una fuente directa de bienestar humano y también un instrumento para elevar los niveles de renta. Analizamos una serie de mecanismos a través de los cuales la salud puede afectar a la renta, centrándonos en la productividad de los trabajadores, la educación de los hijos, el ahorro y la inversión, y la estructura demográfica. Además del impacto de la enfermedad actual, la salud puede tener grandes efectos sobre la esperanza de vida y el comportamiento a lo largo del ciclo vital. Los estudios sugieren que la salud y la nutrición en el útero y en los primeros años de vida pueden tener un gran efecto en el desarrollo físico y cognitivo y en el éxito económico en la edad adulta. Las pruebas macroeconómicas de un efecto sobre el crecimiento son dispares, con pruebas de un gran efecto en algunos estudios. Sin embargo, existe la posibilidad de que los beneficios de la salud se vean contrarrestados por el efecto del aumento de la supervivencia en el crecimiento de la población, hasta que se produzca una transición de la fecundidad. El bajo coste de algunas intervenciones sanitarias que tienen efectos a gran escala sobre la salud de la población hace de las inversiones sanitarias un instrumento político prometedor para el crecimiento en los países en desarrollo. Además, podría darse mayor prioridad a la lucha contra las enfermedades "desatendidas", es decir, las enfermedades con baja carga de mortalidad que no son prioritarias desde una perspectiva puramente sanitaria, pero que tienen efectos sustanciales sobre la productividad.