Por ejemplo, en Kampala (Uganda), se recurrió a la popular aplicación de transporte en moto SafeBoda para distribuir anticonceptivos, pruebas del VIH y pruebas de embarazo. En la India, se dio un impulso inmediato a la comunicación directa con los pacientes de planificación familiar a través de las redes sociales y las llamadas telefónicas. En África Oriental, la planificación familiar se consideró un servicio esencial junto con la respuesta a la pandemia, y los funcionarios sanitarios locales distribuyeron anticonceptivos orales, anticonceptivos de emergencia y preservativos, a menudo utilizando las farmacias locales como punto central de distribución. La combinación de la declaración de la planificación familiar como servicio esencial y la utilización de la infraestructura comercial esencial existente demostró ser un factor clave para mantener las tasas de uso y acceso a los anticonceptivos.
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